Las letras son tan flexibles que se acomodan a nuestros gustos. Pueden cobrar significado y formar una palabra que exprese una idea:
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O tal vez el nombre de alguien significativo para nosotros:
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O simplemente nada:
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Pueden estar en paredes:
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O en objetos:
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Pueden cumplir un objetivo:
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O ser simplemente decorativas:
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Y hasta pueden ser muy sociales y estar cariñosamente una encima de la otra:
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O ser almas solitarias refugiadas en la calidez del hogar:
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